lunes, 9 de abril de 2012

Comida Natural Vs. Comida Procesada


Una dieta sana consta básicamente de comida “natural”, como son: vegetales, frutas, hierbas, granos, semillas y nueces. Desafortunadamente, en la dieta de la mayoría de las personas de países occidentales –entre los que se encuentra México– predominan los alimentos procesados.

A continuación se mencionan algunos inconvenientes de los alimentos procesados: 

- Se les agrega preservativos dañinos para prolongar su vida en el anaquel. Cuando se lleva a cabo este proceso artificial no sólo se logra la resistencia a las bacterias, sino que el cuerpo humano no puede digerirlos adecuadamente.

- Tienden a estar sobrecargados de azucares, endulzantes y sales. Se usan para promover y estimular nuestras papilas gustativas, hacernos más adictos a estos productos; son muy perjudiciales para nuestro cuerpo.

- Muchas comidas procesadas contienen vitaminas artificiales y minerales inorgánicos con el propósito de convencer a los consumidores de que estos productos están enriquecidos en valor nutricional. En realidad, estas vitaminas sintéticas y minerales metálicos no pueden ser asimilados dentro del torrente sanguíneo, y sólo tienden a obstruir el tracto digestivo, dañar los riñones y los vasos sanguíneos.

- La carne y sus productos derivados, por lo general provienen de animales que han sido alimentados con altas cantidades de antibióticos, hormonas y otros aditivos tóxicos, diseñados con la única finalidad de maximizar la producción de las granjas industriales. Los residuos de estos aditivos penetran dentro del tejido de los animales y son traspasados a los consumidores. Además, muchos de estos productos han sido contaminados por bacterias causantes de enfermedades tales como la Salmonella o el E. coli.

- Algunos productos son ‘irradiados’ para matar bacterias y promover la vida en el anaquel. El resultado: un alimento sin vida y con falta de valor nutricional.

- Un alto número de alimentos procesados contienen colorantes y sabores artificiales diseñados para mejorar la apariencia del producto y estimular las papilas gustativas del consumidor, pero que son tóxicas para el cuerpo.

- Muchos alimentos procesados frecuentemente son cocinados en aceites que contienen grandes cantidades de grasas poliinsaturadas. Se convierten así, en alimentos que dañan o destruyen las membranas celulares de todo el cuerpo.

- Muchos tipos de alimentos procesados, tales como las comidas o platos precocinados (conocidos como TV dinners), son preparados y empacados de tal manera para que puedan ser calentados convenientemente en un horno de microondas y posteriormente servirse. Cocinar en horno de microondas destruye enzimas y otros nutrientes importantes dejando básicamente la comida ‘muerta’ y con nulo valor nutricional.

Por otro lado, la comida natural (si es cultivada y cocinada correctamente e ingerida estando fresca), tiende a proveer los nutrientes necesarios para tener un cuerpo saludable.

Las prácticas modernas de agricultura comercial desafortunadamente tienden a trabajar en contra de la producción de comida saludable y natural. Se le ha dado un alto enfoque y exceso de confianza al uso de fertilizantes químicos que son usados para incrementar la producción de alimentos. Con crecientes ciclos repetitivos, año tras año la tierra tiende a perder sus minerales naturales y otros nutrientes que sustentan la vida. Tales prácticas de la agricultura actual tienden a disminuir considerablemente el valor nutricional de las frutas y vegetales.

La naturaleza tiene su propia forma de ingeniárselas con respecto a la muerte de plantas y animales, manteniendo nuestro planeta limpio. Cuando no hay vida, los microbios, hongos, insectos y otros tipos de ‘carroñeros’ son naturalmente atraídos a las plantas y animales muertos como fuente de alimento. Los residuos de este proceso se convierten en fertilizantes para la siguiente generación. El concepto del compostaje está basado en este principio.

Cuando las plantas crecen en tierras con escasos o nulos nutrientes y minerales naturales, su valor nutricional y vida son escasos. Como consecuencia, estas plantas tienden a atraer microbios, hongos, insectos y otros ‘carroñeros’ como parte natural del esquema de vida y muerte. Para proteger a las plantas de tales invasiones, insecticidas químicos y fungicidas son aplicados en ellas.

Químicos usados en este tipo de prácticas de fertilización y protección tienden a encontrar su camino dentro de las fibras de tales vegetales, frutos y otros productos agrícolas. Todos estos químicos son tóxicos para el cuerpo humano, unos más que otros.

La emergencia del cultivo de alimentos orgánicos es un esfuerzo para regresar a los principios y métodos naturales de la agricultura, que no se basan en el uso de químicos.

Debido a que la comercialización de productos orgánicos aún se encuentra en sus primeros pasos, las normas para especificar las condiciones de producción de alimentos etiquetados como ‘orgánicos’ aún no está bien establecida. Así que no podemos estar completamente ciertos de que los productos ‘orgánicos’ que estamos comprando sean libres de químicos. Por otro lado, uno puede estar seguro de que los alimentos no etiquetados como ‘orgánicos’ probablemente hayan sido sujetos a algún nivel de contaminantes químicos.

Una posibilidad a considerar es tener tu propio huerto casero o urbano orgánico. Además de tener la certeza de que la producción será libre de sustancias químicas, existen otras ventajas como por ejemplo, poder comer las frutas o verduras recién cosechadas y en su punto de maduración, que es donde mayor valor nutricional se obtiene de ellas. El almacenar frutas y verduras en refrigeración por varios días provoca una disminución en los valores nutricionales de los alimentos, por lo que es recomendable que los consumas lo más frescos posibles.

Los alimentos orgánicos naturales no sólo tienen todas estas diferencias y beneficios, sino que su sabor es mejor, auténtico y natural. También su nutrición al cuerpo humano es completa y no nos provocan problemas de salud. Así mismo podemos mencionar que, al apoyar este tipo de producción, estamos ayudando y protegiendo al ecosistema y al planeta en general.

Es importante destacar que necesitamos un cambio de percepción en la forma en que hacemos negocio, ¿no lo crees? ¿Consideras que ya es tiempo de mostrar mayor generosidad con la naturaleza y con nosotros mismos y poner de lado esa ambición económica desmedida y descontrolada en la que vivimos?

El mercado justo y consciente es el futuro de México y del mundo entero. Sumémonos a esta iniciativa, la cual nos ayudará a vivir mejor, con mayor salud, abundancia y en armonía.

Por: Bernardo Alvarez Rincón-Gallardo
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Fuente: Este artículo tiene en su mayoría extractos de artículos y libros de los autores Andreas Moritz y John Hornecker.

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