miércoles, 19 de octubre de 2011

¿Tienes amalgamas (metales) en la boca?

Las amalgamas son una fuente constante de intoxicación y de reacciones alérgicas en el organismo. El 50% de las amalgamas están compuestas de mercurio, el cual es enormemente tóxico. Éste, a través de la inhalación llega a los pulmones y al comer y beber llega al sistema digestivo. Después, cuando entran a la sangre y al sistema linfático se pueden causar daños importantes en el cuerpo incluyendo el sistema nervioso. Cabe destacar que los pacientes que padecen Alzheimer y esclerosis múltiple tienen unos niveles de mercurio en el cerebro hasta diez veces más altos de lo normal. Estudios realizados después de la muerte demuestran que el nivel de mercurio contenido en algunos órganos es directamente proporcional al número de empastes de amalgama de la persona que enfermó.
Los compuestos de amalgama son tan tóxicos que se aconseja a los dentistas no tocarlos sin guantes y guardar los restos en recipientes muy bien sellados. Si tan arriesgado es tocar la amalgama, ¿cuánto más peligroso será llevarla en la boca durante las 24 horas del día, año tras año?

La liberación gradual y continua de mercurio y de otros metales tóxicos en el cuerpo afecta especialmente al hígado, los riñones, los pulmones y el cerebro.
Otros metales tóxicos incluye el cadmio (utilizado para dar color rosa a las dentaduras), el talio (que también se encuentra en los empastes de amalgama), el níquel (que se utiliza en las coronas dentales de oro y en las coronas para niños), el cromo, entre otros. Todos los metales se corroen y el cuerpo los absorbe. Las mujeres que han padecido cáncer de mama han acumulado grandes cantidades de metales disueltos en sus pechos. La porcelana también puede ser tóxica, se fabrica con óxido de aluminio y otros metales. El sistema inmunológico del organismo responde de forma natural a la presencia de metales tóxicos y, finalmente, desarrolla reacciones alérgicas que pueden aparecer en forma de sinusitis, hinchazón del cuello y de las glándulas, síntomas de artritis, migrañas, afecciones oculares y complicaciones más graves, como parálisis o ataques cardiacos, entre otros.

En lo personal, sufrí de varios problemas entre ellos alergias que se manifestaron en la piel, ojos y sobre todo dificultades en el aparato respiratorio. Desafortunadamente tuve dos dentistas que me retacaron la boda de amalgamas y viví con ellas por varios años.
“OJO”, si decides quitarte los fierros de la boca, es muy importante que le digas a tu dentista que te quite máximo dos amalgamas por cada dos meses. Ya que el quitarte de un solo golpe tres o más amalgamas pueden crearte una descompensación y principalmente provocar problemas renales. También es importante que el dentista te mantenga protegido y evite que inhales y absorbas el polvo que se genere de la amalgama.

Artículo publicado en Salud Vital: http://saludvital.com.mx/2011/10/%c2%bftienes-amalgamas-metales-en-la-boca/

Para más información manda un correo a: secretosdelasalud1@gmail.com

[Este artículo tiene extractos de libros del autor Andreas Moritz]

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